Hablaba con un amigo sobre las redes sociales. El es fanático de Facebook y aunque tiene Twitter, apenas lo usa. Se sorprendió cuando le comenté que cerré mi cuenta de Facebook recientemente y conociéndome, asumió que mis razones son la poca seguridad del servicio.

Aquí se puso interesante el tema, porque lo que menos me importa es precisamente la seguridad y si vemos en detalle las cosas, Facebook aventaja por millas a Twitter en características sobre ese sentido.

No tomen esa afirmación a la ligera, porque no ofrezco información personal descontroladamente, si no más bien, que soy cuidadoso con el tipo de información que publico, independientemente a los sistemas de seguridad de los servicios.

Por la presión a que esta sometida Facebook por las oficinas federales de EE.UU. y los propios usuarios, ese servicio tiene muy buenos sistemas de seguridad para evitar que extraños accedan a nuestro contenido. Por el otro lado tenemos Twitter, un sistema muchísimo más abierto y público, del que su único sistema seguridad es la denominada 'cuenta privada', que a la larga es tan vaga como los sistemas de Facebook.

Señores, las redes sociales pueden crear miles de métodos para tener control de nuestro contenido, pero no comprendemos que el mejor sistema de seguridad somos NOSOTROS MISMOS. Cualquier dato, el más pequeño que sea, puede ser muy revelador sobre nuestras actividades. Esto da oportunidad a usurpadores, posibles atracadores y personas que nos puedan dañar.

Veamos algunas situaciones comprometedoras o peligrosas:

  • La geolocalización de Facebook, Twitter, Foursquare, Gowalla, etc. Decir dónde nos encontramos es como decir “Ven a atracarme” o “Ven a matarme” o “Ven a violarme”, si te están vigilando con alguna de esas intenciones.
  • Ofrecer números telefónicos de nuestras residencias. Muchos de los que formamos parte de las redes sociales somos profesionales y usamos esos medios para estar “contactables”. Para ello sugiero dejar sus correos profesionales y/o el número móvil, pero NUNCA el número residencial, porque quien sabe si puedan llamar en nuestro nombre y cometan hechos que pongan en peligro a los que amamos.
  • Dirección personal. Esto lo manejo como el tema anterior y con mucha precaución. Puedo decir que vivo en X sector, pero NUNCA será prudente decir dirección exacta. En este punto caemos con el tema de la geolocalización para mantener nuestra privacidad fuera de peligro.
  • Los comentarios que hacemos. Que una persona a quien odiamos no use una red social, no significa que estamos libres de decir lo que querramos contra ella. Quizás esa persona no esté, pero otros cercanos a est@ podrían estar e informarle. Recuerden que las redes sociales son el mayor banco de información para dañar nuestra reputación, así que evitemos los comentarios inapropiados que de alguna forma nos puedan retornar situaciones insospechadas.

Manejar cuidadosamente el tipo de información que ofrecemos a través de las redes sociales es el UNICO y VERDADERO sistema de seguridad. Los servicios de redes pueden inventarse cuantos métodos quieran para tranquilizar a los 'expertos en seguridad', pero ninguno de esos expertos será más experto que yo para proteger lo que yo diga o haga a través de esos medios.

No uso Facebook y lo cerré. Soy fan de Twitter y no soy de los que usan su 'cuenta privada'. De hecho, critico las cuentas privadas porque, ¿para qué tenerla de tal forma si con ello rompemos la belleza de lo que es una red social? Mejor dejarla abierta, pero cerrando la boca -o los dedos- a comentarios que nos puedan dañar.

Seamos críticos acerca del tipo de información que liberamos en las redes, porque nuestras palabras nunca se irán con el viento y mucho menos con el “timeline” o “muro”. De nada sirven los sistemas de seguridad de Facebook, de nada sirve tener mi cuenta privada en Twitter, si soy irresponsable con lo que publico. Siempre aparecerá alguien que sabrá quá hacer con mi información.