El spam, la maldición que podemos regular
El spam, el método más utilizado en los últimos años por lo económico, efectivo y directo para llegar a su target. A su vez, una de las muchas razones por las que cada usuario que tenga un correo electrónico o un celular pide a gritos soluciones.
Todo inicio con el spam via email, pero poco a poco las telefónicas fueron introduciendo el mismo método a través de sus servicios de mensajes de texto (SMS). En cuanto al correo electrónico lamentablemente en República Dominicana no existen leyes o reglamentos más allá de aquella supuesta norma internacional que obliga a que cada mensaje del mal llamado “email marketing” debe mostrar claramente un email donde el usuario puede solicitar la exclusión de su correo personal, que por cierto, para quienes no lo sepan, esa “regulación” no existe, es un método astuto creado por los propios spammers para engañar a los receptores. Para el spam generado por las telefónicas via SMS la historia se vuelve más exasperante.
Quiero analizar un poco la sensación de impotencia que provoca recibir ambos tipos de spam y mis propuestas para controlarlos, que deberán ser aplicados por INDOTEL, único organismo gubernamental regulador de las telecomunicaciones en nuestro país.
El spam via email
En este sentido la situación es desastrosa, causado especialmente por el spam internacional. Sin embargo, todos los servicios de correo via web (Gmail, Hotmail, Yahoo-Mail, etc.) como los clientes de correo locales (Outlook, Mail.app, etc.)incluyen opciones de filtros anti-spam que podemos personalizar para descubrir ciertos tipos de palabras contenidos en los mensajes, que luego son tratados como spam y eliminados.
Sin embargo, a veces se vuelve imposible controlarlo, especialmente aquel spam que llega desde Rusia, China y Estados Unidos, los principales agentes de envios de spam del mundo. En República Dominicana existen muchas empresas dedicadas al envio de “email masivo”, “email marketing”, spam o como quieran llamarle. Algunas hacen un trabajo serio respetando la desición del usuario acerca de recibir o no los mensajes, otros faltan el respeto a todo el sentido de la palabra y a esos son a los que hay que regular.
Hay dos métodos para crear una base de datos de usuarios a los cuales enviar email masivo, el primero es agregando una pequeña sección en los websites para que los visitantes apliquen por desición propia e individual. En este caso es el visitante quien asume el riesgo de recibir cosas que más adelante no quiera, pero también está el caso de los que recolectan las cuentas de email extrayéndolos de correos reenviados por otros a través de cadenas.
Yo practicamente me he “desgalillado” diciendo que por favor no me agreguen a correos cadena para enviar mensajes bobos, que es de lo que consta básicamente estos. Quienes habituan reenviar esas boberías, por ignorancia o la razón que sea olvidan que cada vez que aplican “forward” o “reenviar”, se suma al cuerpo del mensaje la parte del “from” y el “to”, campos donde ponemos el emisor del mensaje y los receptores.
Cada vez que reenviamos, cada vez que volvemos a reenviar, todas las cuentas de correo se agregan al cuerpo del mensaje y los spammers aprovechan la coyuntura de los “tontos útiles” para engrosar su base de datos copiando esos correos. Como siempre existirán los tontos útiles, propongo las siguientes alternativas de regulación:
- Toda empresa que se dedique al email masivo como servicio, deberá tener un permiso que se renovará anualmente. Con el permiso vendrá asignado un ID (como la cédula o el RNC) que se deberá incluir en el pie del mensaje para demostrar que hace un trabajo serio. INDOTEL deberá habilitar en su website una sección donde el visitante podrá verficiar que el ID incluido en el mensaje que recibió fue real, de lo contrario que tenga la posibilidad de denunciar al spammer (solo si es una empresa local).
- El emisor del mensaje deberá incluir en el mismo pie del correo un enlace a un formulario en una página web o un correo electrónico, al que el receptor solicitará la exclusión de su cuenta de correos. Al hacer la solicitud, esta será irrevocable a menos que el propio receptor cancele la exclusión. A mi modo de ver, lo preferible debe ser un formulario que especifique si el receptor no quiere recibir más correos del envio actual o en su defecto de todos los envios de esa empresa. Importante diferenciarlo por el problema que describiré en el siguiente punto.
- Cada mensaje de la empresa de envios masivos deberá incluir un mismo y único correo para “reply to”, porque muchas empresas irresponsables se dan a la alternativa de usar una cuenta de email por cada envio masivo-cliente y no usan las cuentas de email de la empresa misma. Con ese “truco” cumplen con la regulación de incluir un email a donde solicitar ser eliminados de la base de datos, pero solo para ese envio y no para la base de datos principal. De esta forma quizás ya no recibiré mensajes del vendedor X, pero si seguiré recibiendo mensajes del vendedor Z aunque lo que yo quería originalmente era no recibir mensajes masivos de nadie (ni X, ni Z, ni Y, etc.) porque el spammer aún conserva mi correo en su base de datos principal.
- Las empresas que no tengan los permisos regulados para enviar mensajes masivos, como tampoco tengan un enlace a un formulario en una página web o un correo electrónico y son insistentes en el envio de correos masivos, deberán pagar multas con valores altos, ya que ese mercado cobra no más de RD$10,000.00 por cada envio. Propongo multas por encima de los RD$80,000.00 para garantizar que aprendan la lección.
El spam via SMS
Tengo por costumbre apagar el sonido del celular cuando entro a una renión y que molesto me resulta que al salir me encuentre que llegó un mensaje de texto (SMS) de la empresa telefónica invitándome a participar del concierto de fulanito. Que molesto también estar concentrado en mi trabajo para ser interrumpido por un mensaje de la telefónica diciéndome que tiene tal oferta si compro tal cosa. En resumen, que molesto resulta que teniendo un servicio por factura (no control, no tarjeta) reciba mensajes promocionales sin control de ninguna naturaleza.
No fueron pocas la ocasiones que llamé a servicio al cliente de mi proveedora de servicio móvil solicitando no enviar esos mensajes. Creí que quizás sería el único en esta hermosa isla que se quejaba del tema, hasta que leí este artículo de Eliax que invito a leer. Fue un alivio ver que uno de los blogueros más reconocidos se queje del mismo problema.
El spam por SMS no es más que una vil copia al método por email. He recibido mensajes con ofertas de las propias telefónicas como ofertas de empresas externas que claramente contratan a las telefónicas.
Establecer una nueva ley a las que deberán verse obligadas las telefónicas para que éstas implementen por alguna vía (ya sea en sus websites o a través de Servicio al Cliente) una alternativa para habilitar o cancelar los mensajes, pero léase: Todo tipo de mensajes a elección del cliente.
¿Simple no?. Yo como cliente que paga una factura regular creo tener el derecho a exigir que no se me envie mensajes de ese tipo si no quiero. Solo yo, no las telefónicas, tengo el derecho de decidir en ese sentido. Lo que empeora mi molestia sobre todo esto es que a diferencia de los emails, no existen filtros que podamos usar, de manera que los mensajes llegan y llegan y llegan. No creo necesario abundar más sobre esto porque mi propuesta lo dice todo.
En resumen
Siempre he considerado un correo electrónico o un número telefónico como una especie de casa virtual. El spammer, sea telefónico o email se mete en tu casa y por tus ojos lo que no te interesa. Te falta el respeto, usa tu correo o número de forma irregular sin que tengas las herramientas jurídicas para controlarlas.
Si son como mi casa virtual, deben ser regulados como las leyes anti-robo de la policia. Es deber de INDOTEL hacer su parte en este sentido, crear esas herramientas jurídicas, porque entiendo que como organismo regulador tiene el poder que lamentablemente el “usuario de a pie” carece.